El trabajo en el proyecto Ckelar ha sido bastante laborioso. Ha demandado mucho esfuerzo tanto del equipo del proyecto como también de las y los profesores y educadoras de párvulo, con las cuales hemos estado trabajando. Creo que una de las claves del éxito que hemos tenido es el compromiso de las y los docentes participantes, y el profesionalismo con el que han trabajado las y los distintos mentores que tiene este proyecto en este primer año. También la capacidad que han tenido los relatores, en poder mostrar las temáticas desde un ámbito científico, pedagógico y educativo a los docentes y educadoras para que puedan ser trabajadas en el aula. La cantidad de herramientas entregadas han sido de gran relevancia, lo cual se visualiza en los 30 proyectos que están trabajando estos participantes de Ckelar.
Creo que ha sido un éxito que ni yo como creadora del proyecto lo dimensionaba. Partimos con una convocatoria más alta de la que teníamos pensado, y las bajas que hemos ido teniendo son netamente por salud o situaciones personales que escapan de nuestras manos, considerando este año de emergencia sanitaria, que ha sido tan complejo no sólo en nuestro país sino a nivel mundial. Sin embargo, se ha convertido en una ventaja el poder desarrollar el programa bajo esta virtualidad a través de los distintos profesionales que trabajan en las escuelas municipalizadas de toda la región, permitiendo trabajar en conjunto con ellos y familiarizarlos con nuestra metodología.
“Una de las claves del éxito que hemos tenido es el compromiso de las y los docentes participantes, y el profesionalismo con el que han trabajado las y los distintos mentores.”
No importa el lugar físico donde se encuentren, lo único que necesitamos es conectividad, y hasta el momento, a pesar de algunas dificultades, nos la hemos arreglado para llegar a todas y todos los docentes que se han inscrito. Sin duda, es el compromiso de ellas y ellos lo que nos ha permitido llevar a cabo este proceso, en el que han trabajado en aulas virtuales, foros de tareas semanales y además trabajos en grupos colaborativos, donde han desarrollado proyectos creados por ellas y ellos mismos, y que han ido nutriendo a partir del del avance de las distintas mentorías. Quisiera agradecer el compromiso y motivación que han tenido las y los docentes, porque para haber trabajado todo este tiempo es necesario tener vocación y ganas de seguir aprendiendo. Un profesor innovador es aquel que nunca deja de aprender ni de buscar información.
Actualmente nos encontramos en la primera etapa del proyecto. En enero vamos a trabajar en conversatorios que nos van permitir sumar más profesionales de la educación de nuestra región que trabajen en primera infancia, y así poder ir avanzando en esta transferencia metodológica. El próximo año vamos a tener otras mentorías relacionadas con temáticas de interés que han manifestado los mismos participantes, y sumado a los docentes que se vayan integrando, vamos a continuar potenciando la red de innovación de primera infancia, trabajando con las y los profesionales interesados de distintas asignaturas y áreas curriculares, y de esta forma seguir compartiendo acciones innovadoras que puedan ser llevadas de manera práctica, lúdica, entretenida e innovadora hacia los niños y niñas de las escuelas municipalizadas de la región.